A la fecha hay miles de apps que nos permiten crear contenido digital y es genial contar con esas herramientas, (en un par de clicks tenemos una presentación, un documento de texto, un post para redes sociales y más). El problema es que nos estamos acostumbrando a ello y olvidamos la calidad en nuestra identidad gráfica. Recuerda que NO es lo mismo una presentación digital a una realidad física.
¿Qué pasa cuando queremos rotular nuestros vehículos, crear algún catálogo o medio impreso o bien, hacer los empaques de nuestro producto?
Normalmente los archivos están formados por un nombre, un punto y una extensión (Ejemplo: mi_documento.doc) El nombre nos sirve para identificar y diferenciar unos archivos de otros y la extensión para atribuirle unas propiedades concretas es decir, de qué tipo de archivo se trata y en que software está realizado; con ello sabemos si se trata de un video, un archivo comprimido, música, fotografía, un archivo de texto u otros.
La resolución es la precisión del detalle en las imágenes de mapa de bits, se mide en píxeles por pulgada (ppp). Cuantos más píxeles por pulgada, mayor resolución.
Generalmente las imágenes con más resolución producen mayor calidad de impresión.
En los archivos de vector la resolución no se considera, ya que como se explica, aplica de manera diferente.
Las dimensiones de un archivo se mide en píxeles cuando hacemos aplicaciones digitales o para monitor y en cm cuando generamos archivos para impresió digital o mecánica. La dimensión se refiere básicamente al número total de píxeles (o cm) de altura y anchura de la imagen.
Por ejemplo, en el caso de la imagen (1) tenemos un archivo con medida marcada en centímetros, este se reproducirá en la medida indicada y con resolución de salida a 600 dpi (puntos por pulgada (dots per inch))